Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
JOSÉ GARCÍA PÉREZ

Cuadernos Isla Verde

         Este martes pasado fue un buen día, aunque salpicado por la muerte del escritor y amigo Juan Campos Reina, todo un señor en el mundo de la narrativa y en el de la exquisitez. La noticia de su fallecimiento vino de la mano de Francisco Morales Lomas cuando Manuel Alcántara y el que estas líneas suscribe nos dirigíamos a Algeciras para participar en un recital del II Ciclo “…de poesía con Unicaja”.

 

         Pasar un día y algo de la noche con el maestro Alcántara es un privilegio que pocos pueden disfrutar, porque al tiempo que se comparte una buena pringá o un rioja en condiciones o un gintonic adornado de cubitos de hielo, que ya es disfrute, la parusía llega al éxtasis cuando  endecasílabos y heptasílabos inician la gran danza de la musicalidad poética.

 

         Nos esperaba en Isla Verde la poeta Paloma Fernández Gomá, una de las autoras que, a pesar de los graznidos del escritor mercenario, se atrevió a publicar “Angeles del desierto” en la colección de poesía “Ancha del Carmen”, ese reguero del pólvora poética que el pleno del Ayuntamiento de la ciudad que opta a la Capitalidad Cultural de Europa, Málaga, se encargó de apagar a través de la mayoría absoluta del Partido Popular para cubrir las espaldas de una decisión desafortunada del Delegado de Cultura don Miguel Briones.

 

         Sentados los cuatro alrededor de una mesa en el Paseo del Puerto entre cocas y cafés, dado que lo etílico no tenía cabida en aquella zona musulmana de la española Algeciras, Paloma, para hacer del día una cabriola de alegría, me entregó la traducción al francés que el profesor Ahmed Oubali había realizado del citado poemario “Angeles del desierto” en la colección “Cuadernos Culturales Isla Verde” bajo el título “Anges du désert”.

 

         Pues bien, he aquí que estos percheleros libros de “Ancha del Carmen” que según la pinochada del señor Briones no son leídos en las bibliotecas de la red municipal y que la churrada de Elías Bendodo atragantó en la Comisión de Cultura Municipal, hoy adquieren carta de ciudadanía bajo el mismo idioma en que escribieron Rimbaud y Verlaine.

 

         A la vuelta, camino de Puerta Oscura, quedamos enterados del milagro del Alcorcón, aunque para milagro el de la poesía, ya ven, su muerte y resurrección.