Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
ANTONIO ENRIQUE

PADAYA Editores

Antonio Enrique

         En 2000 se publicó El discípulo amado, novela que generó un torrente de comentarios de distinto signo, además de una agria polémica entre dos de sus más conspicuos lectores (Papel Literario fue el órgano de expresión de la citada polémica). Sin embargo, la novela no se publicó íntegramente. En el presente volumen, los capítulos que faltaban ven la luz ahora; en ellos se explica cómo fue la génesis y gestación de los capítulos que sí fueron impresos.

 

         Un enigmático personaje llega a la ciudad de Tumba a finales del siglo XX con el pretexto de estudiar la anfibología de su santo patrón, lo que le conduce al controvertido tema de los orígenes de la evangelización en el sur peninsular. Paulatinamente, su pesquisa va deslizándose a otra problemática: la relevancia de la identidad del autor del Cuarto Evangelio, una vez desechada la autoría tradicional que lo atribuye al apóstol Juan. En la novela original, estos seis capítulos que integran El hombre de tierra precedían a los seis publicados en El discípulo amado, de manera alternante, por lo que ambos bloques admitían lectura autónoma. Pero, al publicarse sin la apoyatura de los que hoy se imprimen por primera vez, el lector quedaba sin perspectiva suficiente, razón por lo que era recomendable su edición, tras haberse mantenido inéditos durante diez años.

 

         El discípulo amado, el hombre, el personaje, quienquiera fuese en su misteriosa identidad, constituye una clave fundamental en la interpretación de la buena nueva que el mensaje evangélico supuso durante una larga era, y que revive de nuevo para todo hombre de buena voluntad, tanto en la fe de los creyentes como fuera de ella en el espíritu de la concordia y el perdón.

 

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA DEL AUTOR

 

         Antonio Enrique (Granada, 1953), de la Academia de Buenas Letras de Granada, cultiva la poesía, narrativa, ensayo y crítica literaria. Como poeta ha publicado dieciocho libros, siendo los últimos Silver shadow (2004), Viendo caer la la tarde (2005) y Crisálida sagrada (2009).

 

         La Armónica montaña (1986), Las praderas celestiales (1991), La luz de la sangre (1997), El discípulo amado (2000), Santuario del odio (2006) y La espada de Miramamolín (2009) constituyen sus novelas.

 

         Tiene publicado diferentes Ensayos, pero Antonio Enrique, excelente amigo, hábil creador, prudente en la espera e inagotable lector es uno de los grandes referentes en el mundo de las Letras Hispanas. Tanto es así, que vale la pena llegar hasta Guadix (Granada), lugar misterioso donde reside, preguntar por él, conversar con AE y confiar en que el embrujo de la noche de paso al milagro de la madrugada.