Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ

José Cenizo Jiménez

La representación, en abril, de “Piedras en los bolsillos” en el Teatro Lope de Vega de Sevilla nos resultó una gratificante obra teatral. Los dos actores protagonistas, Fernando Tejero y Julián Villagrán, encarnan a dos extras de una película en un pueblo del Sur de España. Entre los dos hacen cerca de veinte personajes distintos y distantes en posición, sexo, carácter, etc. Se alcanzan momentos de júbilo teatral, de humor radiante, actualizado y adaptado a la realidad española (la obra es una adaptación de la de Marie Jones). Está dirigida por Hernán Gené y Juan Cavestany la ha adaptado con muchos detalles por fuerza distintos del original.

Para los actores, entre los que sin duda hay buena química, imprescindible en una obra de este tipo, es todo un reto, teatro en estado puro, parodia continua, cambio vertiginoso de voces, actitudes, etc. Apenas algunos errores en la dicción, volviendo sobre una frase errónea, enturbian su calidad interpretativa. A pesar de la madurez y mayor fama histriónica de Fernando Tejero, Julián Villagrán le da la réplica con convencimiento y altura. Los dos usan técnicas de todo tipo, desde las del musical hasta las de los mimos o clowns, con un desparpajo que en algunos momentos asombra por la dificultad de las metamorfosis. Rompen además con la cuarta pared, la del público, dando así algunos visos de espontaneidad a la función.

         A pesar de los gags, de los chistes, del intencionado humor, “Piedras en los bolsillos” tiene momentos de ternura, de desolación, de dolor, incluso de luto. Se reflexiona, más allá de la anécdota, sobre el papel de nuestra vida, sobre el éxito y el fracaso, sobre el gran teatro del mundo.