Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ

José Cenizo Jiménez

        

         José L. Rodríguez Ojeda es nieto de la Guerra: “Yo fui niño de un niño de la Guerra”. Pertenece a una generación que ya ha pasado “il mezzo del camin” y la vida empieza a pasarle factura (y facturas) en forma de memoria y desencanto. Queda el rescate, el rescate “de los `primeros años”, título del libro que ha editado AE Ediciones en su colección Rapsoda, donde ya han publicado autores como Juan Peña.

Queda la niñez libre de tiempo y saldo existencial, el pueblo blanco -Carmona en este caso, de una belleza palpable mirándose a la Vega-, elevado a categoría de Arcadia, tan distinto y tan distante ya pero siempre igual en el recuerdo: “Pero mi casa es mi casa. Para mí unca varía”. Y en otro poema: “Voy poco últimamente por mi pueblo, / porque lo tengo cerca. Siempre en mí. / Está Carmona cerca. Está muy cerca”.    Con esta sencillez tan profunda Rodríguez Ojeda intenta “esta incierta labor de solitario”, la de poeta, no poetiso, la del que siente verdaderas las palabras, acordes con el “dolorido sentir”: “Pero tus versos son quizás lo único / que hace que te sientas útil”.