Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
FRANCISCO BASALLOTE
Acerca de "Los huecos de la memoria", de Rafael de Cózar. Ediciones en huída, Sevilla, 2011

Francisco Basallote

Rafael de Cózar

EDICIONES EN HUIDA

Nacido en 1951, en Tetuán, es doctor en Filología Hispánica y catedrático de Literatura Española en la Universidad de Sevilla. Residió desde los once años en Cádiz, ciudad donde inició su actividad primero como pintor, con diversas exposiciones y premios, para dedicarse más tarde a la actividad literaria, como miembro fundador del grupo literario 'Marejada'. Finalista del premio 'Guernica' de novela, mención especial del Premio 'Elisee' de novela manuscrita, finalista de los premios de poesía 'Ricardo Molina' de Córdoba y 'Rafael Montesinos' de Sevilla, entre otros galardones.  Además, es Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad de Sevilla y premio 'Ciudad de Sevilla' para Tesis doctorales, con la obra 'Fundamentos históricos de la experimentación poética española'; y Premio 'Mario Vargas Llosa' de Novela con la obra 'El Corazón de los trapos'.De Cózar es miembro del Consejo Asesor del Centro Andaluz de las Letras. Además, ha sido director Literario de la Editorial 'El Carro de la Nieve' y colaborador literario de diversos periódicos y medios.

De Rafael de Cózar dice en el prólogo Andrés Sorel: “Cuando conocí a Rafael de Cózar, poco tiempo después de morir Franco y yo regresar del exilio parisino, una Explosión de vida, creatividad, amistad, entró en mi existencia…Rafael de Cózar, como su admirado Carlos  Edmundo de Ory, es uno de los poetas que nunca separó, por otra parte, esa simbiosis  que se da de poesía y vida…Rafael de Cózar, siempre en la estela del amor. Siempre en la huída de la huella de la muerte…”

 

 

Los huecos de la memoria, obra que recoge dos poemarios inéditos escritos a finales de los setenta y una colección a color de poemas visuales, algunos de ellos  inéditos, es un libro que, en palabras del propio autor, está escrito “obviamente desde la experiencia de la pérdida amorosa, que es cuando realmente se vive y se comienza a entender algo de esta compleja cuestión, no por difícil, menos desarrollada a lo largo de toda la historia literaria”.

 

Los dos poemarios antes mencionados son La copa de mis ecos y Sombras de tus ecos. Nadie diría al leerlos que no hayan sido escritos recientemente, conservan íntegra la emoción de su instante como toda buena poesía.  A nuestro juicio los dos poemarios aunque distintos y escritos independientemente, muestran una unidad contextual  que como ocurre en el amor y el desamor, siendo una sola pasión se muestra en dos etapas, dos tempos de una misma melodía.   Si en  La copa de mis ecos  es un presente apasionado en el que el amante muestra   su ansiedad : “ Con la seda de mi lengua y con mi hambre/ la química de tu cuerpo quisiera traducir.”  y convierte la memoria en gozo retroactivo: “Aún me envejecen en la boca sus últimos labios, / Aún quedan en el aire restos de su piel…” , y el presente en oscura travesía  de placer : “ …y tiemblo,/ navegante en la góndola gris de la madrugada/ por los canales de tu cuerpo penumbra…”; mas en su brevedad  la dicha pervierte su sino y se duele el poeta de soledad: “ Tu párpado es mi copa/ y otra copa más tu boca,/ tus muslos: piscifactoría,/ y mis labios: guardianes de tus ojos y tu sexo,/ sin copa, sin vino, sin mi sexo,/ mi noche y mi locura:/ esta cordura de labios y de besos…” . En un ritmo en el que el dolor retumba en la música de los versos como un angustioso latido, esta soledad se hace memoria: “Yo seguiré buscando en las esquinas/los reflejos del ayer que fuimos/ y tal vez vengan a mi desde tan lejos/ tal vez vengan/ las sombras pequeñas de tus ecos.”. El recuerdo avivado por espontáneos fuegos: “Por un momento,/ me recordó aquel volcán de antiguas espumas/ que fuimos,/ y miré al mar y la senté a mi mesa/ y le di a beber de todo lo que tenía: mis sobras de soledad y vacío.”. Ausencia  que “Me dejó la suficiente pena/ y un hueco más o menos hondo en la garganta.”.Por lo que llega a la conclusión de que “Vale más hacerse ya a la idea/ de redactar a solas la noche por vivir/ con la esperanza que nos quede/ a la sombra de la espera.”. Amigo íntimo, conocedor de lo entresijos del alma del poeta, Andrés Sorel vuelve a decir en el prólogo: “…decantada la poesía que ya no grita por el amor ausente, sino que lo convierte en belleza…”.  En eso se transmutan estos versos en los que permanece el tiempo , cristalizado en una emoción viva, presente y aunque nueva,   entre sus sombras vemos aquellos espacios del amor llenos de niebla, de la niebla que deja tras de sí toda pérdida…En la bella trascendencia de su belleza…. 

 

La tercera parte incluye unos poemas  visuales que el mismo autor sitúa “en los inicios de los setenta, si bien fue más o menos en los años en que compuse este libro, es decir 1977-80…coincidiendo por tanto con los poemas discursivos.”. Es decir en ellos persiste la misma emoción estética que en los poemarios, por lo que su incorporación  logra una unidad estética que los lectores apreciarán.  Vienen a constituir una pequeña Antología de su poesía visual, en la que se reproducen  algunos de los poemas de su obra  Piel iluminada.   Une lírica y plasticidad en hermosos poemas visuales , un despliegue de elementos sensoriales, donde poesía discursiva, sonoridad, rimas internas, plasticidad y pintura dan origen a un tipo de composiciones que vienen desde la aventura plástica de  las vanguardias y que Rafael de Cózar cuida con ese profundo sentido de la pintura con el que alterna su capacidad creativa literaria.   que multiplica expansivamente la emoción del lector que cree verse sumido en un mundo donde la presencia sensorial es casi táctil, tan cercana…

 

 

Creemos completamente acertada esta edición que ofrece a los lectores  una joya literaria que permanecía oculta, en todo caso fragmentadamente publicada y que constituye una especie de antología parcial pero bastante explícita de la obra de Rafael de Cózar, en la que quedan patentes para sus seguidores y estudiosos las líneas generatrices de su poética. Una publicación necesaria y que honra la callada labor creadora del poeta.