LOS HAIKUS DE FRANCISCO BASALLOTE 12.11.2012
Un haiku es una estrofa poética originaria de la literatura japonesa clásica que pretende expresar en sólo tres versos un sentimiento breve y sincero.
El haiku tradicional consta de 17 sílabas, dispuestas en tres versos de 5, 7 y 5 sílabas, sin rima y trata de conjugar [ el sentimiento poético y el artístico.
Esta composición es esencia espiritual, camino hacia la poesía pura. Si la economía verbal es la esencia de la esencia de una forma lírica, esa forma es el haiku, que sólo cuenta con diecisiete sílabas en tres versos para expresar una sensación, una verdad poética. El haiku es concisión y síntesis, una de las composiciones más difíciles que existen, nacida según los maestros japoneses, en un momento de gracia.
La esencia espiritual del haiku está conectada con la ambición del poeta de fundirse con la naturaleza, de vivirla intensamente. Su técnica es un arte difícil cuyo dominio ayuda a sacarle al lenguaje su máxima expresividad.
El haiku como ya anunciábamos nació en Japón hace muchos siglos (también hay orígenes posteriores de haikus en China y en la India) del pensamiento de algunos poetas religiosos del Taoismo, el Confucionismo y especialmente del Budismo Zen. Pero algunos consideran que sus verdaderos inicios son del siglo XIII y que el primer gran autor de haikus fue Yanusaki Sokai (1465-1553); pero después de una larga trayectoria cincunscrito a las esferas de las literaturas orientales, el haiku llegó a abririse hacia el mundo occidental cuando Japón y China abrieron las fronteras de sus culturas a Europa.
En el Japón, el poeta de haiku tenía la costumbre de acompañarlos con un haiga: una pintura no demasiado perfecta que era simbolizadora del texto.
No podía ser de otra forma que un poeta de exquisita sensibilidad como Francisco Basallote se adentrara en la poesía del haiku, fiel exponente, como ya explicamos anteriormente de una forma de pensar y una línea de actuación personal que colma el espíritu de trascendencia; de esta forma el poeta de haikus al escribirlos se define a sí mismo
Así Francisco Basallote nos ofrece una trilogía de haikus para brindarnos su sentir y expandir el sentimiento poético del haiku. “Queda la luz”. “Sendas del aire” y “Sólo tiempo” componen esta trilogía.
“Queda la luz” está formado por doce láminas de bellas pinturas, en este caso yo diría que perfectas donde se busca la ensoñación, el más allá que trasciende a la palabra y a la escritura, a la mirada; pues detrás de estas pinceladas que consiguen la perfección absoluta se ve la tarde de enero en los árboles vacíos o como un rayo de sol traspasa la arboleda. En este haiku de nuestro autor podemos leer:
En marzo el viento
desordena los prados,
resiste el cardo.
En la pintura que acompaña a estos versos se pude observar como se balancea el viento, levemente. Y esta sensación casi se respira.
Unas leves pinceladas transmiten aroma y las palabras colman el vaso de un deseo expresado: Ni las chicharras / en el páramo seco,/ sólo el calor
En esta orilla/ llegan pero se van,/ olas del mar
( Haikus pertenecientes a “ Queda la luz” )
“Sendas del aire” nos ofrece otro trabajo de Francisco Basallote, consta de láminas donde bailan los troncos, hay un cardo morado que nos mira, un arriate cuajado de alhelíes y un hontanar, buganvillas, cantueso, pavesas, aves que vuelan, un arroyo que fluye, la esbeltez de un arce que nos observa, el reflejo de un bosque o una niebla que balbucea palabras.
La última entrega se titula “Sólo tiempo”: árboles secos, chopos sin hojas, hayedos encendidos, un soto, columnas de mariposas, la luz y el viento, el calor, la siega, los membrillos, un claro del bosque, una tarde de otoño o las primeras nieves , nos dejan el sabor agridulce de la belleza de lo temporal.
Un canto de armonía entre verso y pintura queda definido en estas carpetas de haikus que nos ofrece Francisco Basallote donde se disfruta de la poesía y del color que va llenando huecos del alma. Es así como Francisco Basallote sabe transmitir su poesía: desde lo más sencillo hasta lo más grande , que sólo el alma puede percibir.
Los haikus de Basallote son un canto a la sensibilidad .
Nos queda agradecer al autor esta obra de plenitud , que nos hace llegar como testimonio de su magnitud creadora.