Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
FRANCISCO BASALLOTE

Francisco Basallote

Miguel Ángel Zapata

Siloilina, SLU. Sevilla

Miguel Ángel Zapata (Piura, 1955) .Estudió en la Universidad   de San Marcos de Lima, y obtuvo el doctorado en Filosofía en Washington University, Estados Unidos. En la actualidad reside en Long Island, Nueva York, donde es profesor de literaturas hispánicas en Hofstra University.

 

 Ha publicado los siguientes libros: de poesía: Imágenes los juegos. (Lima,  1987), Poemas para violín y orquesta. (México, 1991); Brookings Hall. (Barcelona, 1994)   , Mi cuervo anacoreta. (Santiago de Chile, 1995); Lumbre de la letra. Lima, 1997; Escribir bajo el polvo. (Lima, 2000); Cuervos. (México, 2003); Los muslos sobre la grama. (Buenos Aires, 2005); Iguana, (Lima, 2006), Un pino me habla de la lluvia, (Lima, 2007); y la Antología: Ensayo sobre la rosa. Poesía selecta 1983-2008. (Lima 2010). Su poesía ha sido traducida al inglés, portugués, francés, árabe, e italiano.

 

Estudioso de la literatura hispanoamericana contemporánea ha escrito, entre otros, los siguientes ensayos: El pesapalabras. Carlos Germán Belli ante la crítica. (Lima: , 1994); Metáfora de la Experiencia. La poesía de Antonio Cisneros. (Lima, 1998); Nueva poesía latinoamericana. (México, 1999);  Moradas de la voz. Notas sobre la poesía hispanoamericana contemporánea. (Lima, 2002);  Luces de la memoria. (Caracas, 2003); La pirámide y el signo.Literatura y cultura de México, siglos XX-XXI, (Nueva York, 2004); El hacedor y las palabras. Diálogos con poetas de América Latina. (Lima, 2005) y Vapor trasatlántico. Nuevos acercamientos a la poesía hispánica y norteamericana contemporáneas. (Lima-Nueva York, 2008). En 2003 recibió el Premio Latino de Literatura.

 

La obra poética de Miguel Ángel Zapata se destaca entre las voces más originales de Hispanoamérica a partir de 1980. De él dijo  el poeta Álvaro Mutis: “La poesía de Zapata es una poesía profundamente personal y en extremo rica en posibilidades e imaginación, un rigor y una continuidad en su trabajo poético, que no son comunes en nuestro continente tan poblado de talentos y tan escaso en verdaderos artesanos de la poesía”.

 

En el  prólogo de su    antología  , “Ensayo sobre la rosa (Poesía selecta: 1983-2008)”,   Miguel Gomes, dice  : “Desde “Partida y ausencia” (1984) la obra de Miguel Ángel Zapata (Piura, 1955) ha ido convirtiéndose en un muestrario de la lírica peruana posterior al conversacionalismo dominante en los años sesenta: naturalidad sin clichés “posmodernos”, mesura expresiva sin anquilosamientos ni rigideces neoacadémicas y una continua perspectiva irónica, donde la ligereza jamás impide una densa captación de lo real…”. Y en el epílogo de la misma obra dice: Oscar Hahn: “…En las prosas de Zapata no hay nada alucinante ni perturbador ni funerario. Lo que hay en cambio es una actitud de exploración y reconocimiento de las maravillas del mundo, que son también las maravillas de la escritura. La poesía de Zapata no es un diario de muerte. Es más bien un diario de la vida leve, como lo llama él mismo…

 

Y el poeta en una entrevista que le hace el periodista Miguel Ildefonso nos dice lo siguiente acerca de su poética: “La poesía es justamente una manera de soñar que el buen tiempo vendrá, y que el cielo y el pan llegarán a la ventana y a la mesa. Por eso el anhelo de la poesía es llegar a penetrar el corazón del otro, de la otra que busca algo para ver al otro lado de la ventana, y sentir un poco de fe en el horizonte de mañana. El anhelo de la poesía es hacer que todos hablen: los animales, los árboles, los ríos como lagos, y el cielo que nos mira todos los días mientras seguimos con nuestras viditas saltando sobre la grama del tiempo. “Palabras sumamente definitorias de un `poeta que también dijo: “El ser demasiado arrogante con la poesía te lleva a la destrucción. La inocencia es más fuerte que la sabiduría, así como la imaginación es más importante que el conocimiento…”, ·

Dos características fundamentales encontramos en la poesía de Miguel Ángel Zapata: Un intenso uso del poema en prosa, no exclusivo, y su total imbricación en lo que se ha dado enllamar poesía de la cotidianidad. En cuanto al poema en prosa, iniciado en el romanticismo alemán y  muy frecuente en el surrealismo y en la actualidad, Miguel Ángel Zapata lo dota de una atmósfera mistérica en la que el simbolismo de los colores y la presencia de objetos naturales dotados de brillo y magnitud cósmica le confieren un cierto aire mágico. Habla de Venecia: “…El agua del canal es de un verde raro, tal vez sea una combinación del tiempo, los vientos, o la tenue luz de sus callejones de piedra. Vivaldi aquella noche estaba dando (como de costumbre) sus clases a las niñas del coro. Corelli fue su invitado de honor…”. En “El Cielo de piedra” podemos leer: “…Todo de verde el cielo glacial calienta tus ojos de humo. Mi santuario de piedra, mi Pisaca, mi puma desgarrado…”  y en el bello poema dedicado a Dvorak: “…Su concierto número tres desorientó a los milenarios bosques de Vermont: los árboles se las ingeniaron para venerar sus arroyos con bajos y clavecines, con cornos y palmeras…”.En estos poemas en prosa está muy presente Borges a quien cita en “Primera visión de Buenos Aires”:  “…Borges casi no menciona para nada a las ninfas de Buenos Aires y su caencia deliciosa, la diversidad de la inteligencia d sus mujeres. Aquí no hablo de la resurrección de la carne y del matadero, sino del deleite de ver caminar a las rosas largas y espigadas.”

 

La otra faceta, la cotidianeidad, se hace presente tanto en los poemas en prosa como en verso,   lo familiar sigue siendo la fuente de su poesía: los hijos, los vecinos, el barrio, la bicicleta, el perro y el loro… A ello  habría que añadir Long Island, lugar donde reside y a la que ve  llena de colores, de aire fresco, de una alegre felicidad: En “Poema “. Dirá:

Ahora estamos aquí desorientados mirando el crisantemos, el lirio que no llora ni se lamenta/Escribimos el ciprés y decidimos que nuestras vidas no son los ríos que van a dar a la mar./ El mar es bestia amorosa que te entrega todo sin razón./ El poema está aquí en el árbol de tu casa…” , como un manifiesto de esa poesía de la cotidianidad y de su belleza efímera,  dirá en el poema “Central Park”“Las mujeres se ven más hermosas cuando llueve: son esculturas de agua en movimiento./ Las fuentes celebran la energía de las gacelas corriendo por el Parque Central…”

Un bello poemario   que nos acerca la poesía viva de un poeta que escribe como un médium del mundo, como ese nexo con la naturaleza  de la que toma los elementos necesarios para articular ese artificio inigualable del poema.  De la  relación  de los poetas con  la naturaleza  dijo: “Me siento afín con los poetas actuales que trabajan la relación con el espíritu, la naturaleza, la ciudad y el lenguaje...“