Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
PALOMA FERNÁNDEZ GOMÁ

Paloma Fernández Gomá

Mohamed Sibari

LA JUDERÍA DE TETUÁN, novela publicada por Editions Slaki Akhawayne. Tánger ( Marruecos 2012  ) del escritor larachense en lengua española Mohamed Sibari, es una reedición de la obra que se publicó en el año 1995. Mohamed Sibari es un autor prolífico que cuenta en su haber con un elevado número de obras publicadas, tratando diversos géneros, como son la poesía, el relato  o la  novela.

La judería de Tetuán es un claro exponente de la obra de Sibari, donde las tres culturas del mediterráneo se citan, interactuando de forma paralela. Las costumbres y actuaciones de los protagonistas son fiel reflejo del ambiente que refleja  nuestro autor. El costumbrismos de matices históricos, lo describe Sibari de una forma directa y con un lenguaje fluido, donde el dialogo es uno de los vínculos que establece el autor con sus lectores.

Si vivimos en este año de 2012  el centenario del Protectorado Español en Marruecos, es esta obra La judería de Tetuán un vivo retrato de la época. En ella  el cristianismo, judaísmo e islamismo vividos en la ciudad de Tetuán en los años 50 son un claro exponente de los que supone que convivan tres religiones.

El protagonismo, como en muchas obras de Mohamed  Sibari, recae en la figura de una mujer: Dora. Una hebrea enamorada de Pedro, un militar español. Esta relación se ve interrumpida por la falta de comprensión de las dos familias, una cristiana y la otra hebrea. Con la complicidad del cabo Thuami, la pareja vive su amor en una casa de la medina de Tetuán.

A la novela no le falta aporte melodramático: amor, celos, engaño. La incomprensión se torna en un factor desencadenante que conduce hacia  la acción última: la separación de la pareja. Dora se marcha a Venezuela para casarse con hacendado pariente suyo. Mientras Pedro, que se queda en Tetuán, lleva una vida sin sentido, donde la bebida es su consuelo y encuentra en un matrimonio sin amor, una solución pasajera a su deterioro personal.

La narración de escenas de la época que evoca el paisaje urbano de la ciudad de Tetuán durante el Protectorado con  los paseos habituales por calles y plazas,  nos recrea un ambiente añejo y provinciano de corte costumbrista, muy de acorde con la temática del escritor Mohamed Sibari, que contrasta con el que se describe cuando narra el ambiente cosmopolita de  la ciudad de Tánger.

La novela se pasea por lugares donde las tres culturas conviven pacíficamente bajo el báculo del respeto mutuo. Se miran, pero no se tocan; podría decirse, ya que cuando lo dos jóvenes que habían sido compañeros de colegio y buenos amigos,  se hacen adultos, su relación sentimental se ve vetada por sus  progenitores, que se aferran a sus respectivas religiones para desde la intransigencia oponerse a la relación.

Mohamed Sibari siempre sabe tratar las situaciones desde una impronta natural, con un lenguaje directo y claramente comunicativo. Cuenta lo sencillo desde lo cotidiano. Sus personajes son gente corriente, con sentimientos, afectados por las cosas del día a día, que aman, lloran, odian y viven. Sibari nos aproxima a sus protagonistas, invitándonos a conocer aquello que les hace diferentes entre sí y que va marcando  su línea de actuación a lo largo de la novela.

Una característica que marca la novela La judería de Tetuán y que es constante a lo largo de la narrativa de Sibari es el realismo; que queda patente desde el inicio hasta el desenlace. Sibari hace uso de un realismo ausente de cualquier tipo de retórica o perífrasis. Se trata lo real “al desnudo”, donde todo no es válido, sólo el sentimiento de quienes conforman la trama de la obra. Las acciones son directas y los posibles análisis psicológicos de los personajes son mínimos; sólo cabe resaltar la actuación del momento, el naturalismo realista de Sibari, no conoce medias tintas;  siempre va a lo directo, al hecho en sí, que es capaz de descifrar la valía moral del personaje. Nuestro autor lleva a cabo el dicho: por sus actos los conoceréis. Así  actúa Pedro, Dora, Antonia o Thuami.

Pedro es un joven que apuesta por los sentimientos frente al convencionalismo moral, sus decepciones le llevan a la bebida y al final acaba siendo víctima de la pasión del momento. Se trata de un hombre impulsivo que antepone su amor a cualquier otra circunstancia.

Dora es la amante fiel que se sacrifica en aras del amor que siente por Pedro y Antonia es el tercer elemento de un triángulo amoroso, que no se resigna a perder. Los personaje de Sibari actúan y en esos actos van mostrando su personalidad, tal es el caso de Thuami que hace las veces de Celestina, facilitando las citas  en su casa de la medina.

El aspecto material y su repercusión en la vida afectiva se pone de manifiesto, cuando Dora, ya viuda y acaudalada regresa a Tetuán y en esta nueva condición obtienen una serie de prebendas que antes no tenía: sus ausencias, su relación con Pedro y sus estancias en la medina; ahora no son cuestionadas. Mohamed Sibari siempre sabe imprimir en sus novelas ese aspecto materialista que trastoca la acciones de sus personajes, así como el aspecto feminista- machista marcando una bipolaridad que es otro de los elementos que se manifiestan en su obra.

La judería de Tetuán es una novela que marca un testimonio vivo de lo que fue el Protectorado Español en Marruecos, costumbres y aspectos que se ponen de manifiesto en este obra sugerente y atractiva para un el lector.