Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ
"LA PUNTA DEL ICEBERG" DE ANTONIO TABARES   TEATRO "LOPE DE VEGA" DE SEVILLA

José Cenizo Jiménez

         “La punta del iceberg” es una producción teatral de La Abadía dirigida por Sergi Belbel basada en la obra de Antonio Tabares. Sin duda este autor debe ser tenido en cuenta, pues ha ganado con este texto el premio de teatro “Tirso de Molina” y conoce el arte teatral de engazar la vida, la actualidad y el arte.

         El punto de arranque de la obra es algo que ya ha ocurrido en varias empresas y que en su día tuvo sonoro eco en la prensa mundial: el suicidio de varios empleados de una gran empresa debido, al parecer, a la presión por la productividad, al aumento de horas de trabajo, a las relaciones viciadas por esto y por el ansia de trepar y contentar a los jefes. Una mujer, Sofía Cuevas (la actriz Nieve de Medina), es enviada desde la central para investigar  el caso y hacer un informe. Se entrevista con diversos empleados que representan un arco profesional y psicológico variado: Carlos Fresno, el jefazo pretencioso y despecivo (Eleazar Ortiz), la empleada insegura y miedosa (Gabriela Benassar, interpretada por Montse Díez);  Jaime Salas, un neurótico perdido y obsesionado por el trabajo, interpretado con comicidad y rasgos histriónicos por Luis Moreno; Alejandro García (Pau Durà), un sindicalista apesebrado y cínico que mantuvo relación con Sofía Cuevas en la juventud alocada y llena de ideales; y Carmelo Luis, quizá el personaje menos desquiciado, el que logra más empatía con el público, el ya maduro camarero del bar de la empresa, a quien da vida con precisión y soltura Chema de Miguel.

         Se suceden las entrevistas que reflejan el carácter de cada personaje. Unos se desmoronan y otros poco a poco se nos presentan con más perfiles, como en la vida misma. Cierta gestuación excesiva no resta vivacidad y realismo al planteamiento interpretativo y nos asomamos al abismo casi literalmente, pues la investigación de unos suicidios no es tema baladí. Es, en definitiva, como señala el folleto pubicitario, “una obra sobre las relaciones humanas en un entorno laboral competitivo y hostil”. Se hace un retrato perfecto de la explotación actual, aprovechándose de la crisis, por parte de grandes empresas y no tan grandes, así como del acomodo en que han caído los antiguos sindicales que luchaban contra la dictadura y la opresión. Se nos presenta un amplico arco psicológico desde la fragilidad de unos a la neurosis de otros, desde la prepotencia a la sensatez, y en cualquier caso, el cierre de la obra, con otro presunto suicidio (¿la insegura Gabriela, el nervioso y creído Jaime…?), es aplastante, contundente: abierto estructuralmente y decepcionante en cuanto a la condición humana, lobos contra lobos, explotados y explotadores… Y un día se revienta. Excelente versión en cuanto a escenografía, vestuario, iluminación, maquillaje y peluquería, teatro actual, vivo, tenso. Muy aceptable interpretación de todos los actores, aportando esos múltiples matices que hemos señalado. Cada uno en su papel, precisos, convincentes. Una obra muy recomendable por su forma y por su fondo, un éxito para nuestro teatro.