Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
FRANCISCO VÉLEZ NIETO

Francisco Vélez Nieto

Joaquín Dholdan

Edita: Anantes

 

 

La lectura de “Cómo desactivar a un hombre bomba” nos enfrenta a una  historia con bomba explosiva que, sin lugar a dudas, es la bomba  base de la narración estando detrás  de ella, el factor humano, la rebeldía que sostiene esa trama con la que mostrar una situación política y social  de pura y dolorosa humanidad incrustada en el tiempo. Geografía perene, encallada, que se manifiesta como insoluble por imperativo de intereses poderosos, estratégicos y económicos, en un espacio-estado arcaico, que todo lo impide por medio de la fuerza y la impiedad. De aquí que el inicio de esta rica y palpitante  novela corta comience con la secuencia de una acción peligrosa, dolor, luto y muerte, sumamente tensa para todo caminante o contemplador en un amplio radio de acción, pues, si se pulsa, tras la espera del momento oportuno, tirar del detonador significa luto de dolorosa tragedia. “Después de las espera. Y a veces la muerte era la espera”

 

La historia, de ágil y cuidado estilo literario. Muestra compromiso y planteamiento narrativo y es obra de Joaquín  Dholdan (Montevideo, 1969). La novela cuenta la vida de Azman un saharaui que representa su biografía y la de su pueblo. La crudeza del relato pone sobre la mesa el tema de la radicalidad, la paz, la guerra y la destructiva postura de las sociedades occidentales al relacionarse con un pueblo pacífico y formado, pero pobre y aislado. Una historia explosiva, compleja, llena de respeto dado su dolor.

 La vida revolucionaria en un mundo que en tantas ocasiones confunde solidaridad con lástima. La brutalidad de los fuertes con el mayor cinismo y piel de cordero pacifista defienden, protegen los intereses establecidos avasallando  la solidaridad de sus derechos incluso de supervivencia de los débiles, que se debaten en el último refugio de la lógica de los derechos humanos, en muchos casos ya sin esperanzas, Por real el haberse perdido la esperanza ocupado por el desencanto  y la desesperación que se ve obligada a la violencia empapados de equívocos y  desesperanzas.

“Mientras tanto, la madre de Azman se levanta temprano, cada mañana. Piensa en sus hijos y sus nietos. Logró recuperar y traer de vuelta a su hijo preso en una cárcel clandestina de Marruecos. Nadie sabe cómo logró hacerlo. Reza, da las gracias. Mira al cielo. Sonríe una mañana más. Y sigue trabajando,”

Joaquín Dhokdán es autor y creador múltiple sin fronteras de variada condición. Miembro de la Asociación colegial de Escritores de España- (Andalucía), del Código de  de Dentistas de Sevilla, de la Asociación General de Autores  de Uruguay y la Asociación  de la Equidad de  la Salud.