Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
Antonio García Velasco

Antonio García Velasco

Garcilaso de la Vega

1. El poema:

 

En tanto que de rosa y de azucena

se muestra la color en vuestro gesto,

y que vuestro mirar ardiente, honesto,

con clara luz la tempestad serena;

y en tanto que el cabello, que en la vena

del oro se escogió, con vuelo presto

por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera

el dulce fruto antes que el tiempo airado

cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el tiempo helado,

todo lo mudará la edad ligera

por no hacer mudanza en su costumbre.

 

 

2. Características temáticas

 

El tema de este soneto podría enunciarse como “invitación a gozar la juventud porque inevitablemente llegará la vejez”.

 

La estructura temática es la siguiente: dos partes:

1) exhortación o invitación a gozar la juventud (versos 1 a 11) y

2) fundamento de la misma (versos 12 a 14).

 

En 1) se distinguen a) la caracterización de la juventud (versos 1 a 8) y b) la exhortación propiamente dicha (versos 9 a 11: “coged de vuestra alegre primavera/ el dulce fruto antes que el tiempo airado/ cubra de nieve la hermosa cumbre”, que presentan el tema de manera directa).

 

Otros rasgos temáticos: el poeta se dirige a una mujer que presenta de forma idealizada: color sano y hermoso, mirar ardiente y honesto capaz de producir calma, cabello más rubio que el oro, hermoso cuello blanco...

 

3. Características formales

 

(Nivel fónico)

-Estrofa: soneto, con temática distribuida de la siguiente manera: caracterización de la juventud en los dos cuartetos, exhortación en el primer terceto y argumento o justificación de tal exhortación en el segundo terceto.

 

(Nivel morfosintáctico)

-Tal distribución temática justifica la complejidad sintáctica: una sola oración comprende desde el verso 1 al verso 11.

 

(Nivel léxico-semántico)

-Metáforas y metonimias sirven para caracterizar las diferentes edades del ser humano:

 

juventud: color de rosa y azucena en la cara (“gesto”)

mirar ardiente, honesto (“honesto” = correcto)

cabello que en la vena del oro se escogió (= rubio)

cabello que el viento mueve, esparce y desordena =

cabello suelto = joven soltera

alegre primavera

dulce fruto

rosa

 

madurez, vejez: nieve (en la cumbre) = canas en la cabeza

rosa marchita

 

Tal paso de la juventud es posible por “el tiempo airado”, por “el tiempo helado”, porque “el tiempo es fugaz” (edad ligera, dice el texto).

 

“... por no hacer mudanza en su costumbre” marca la inevitabilidad del paso del tiempo y, por tanto, de la llegada de la vejez.

 

 

4. Notas complementarias

 

En este poema, Garcilaso recrea un tópico de la poesía del Renacimiento: el llamado “carpe diem” o invitación a gozar la juventud. Tal tema procede de los clásicos latinos (el poeta Horacio, del siglo I a. de C, ya lo trata).

 

Durante el Renacimiento la originalidad de la poesía no está en la innovación temática o formal, sino en la recreación de una serie de temas considerados poéticos mediante el empleo de recursos habituales en la poesía. Garcilaso, en éste, como en otros poemas, acierta plenamente en su recreación.

 

5. El autor y su obra

 

Garcilaso de la Vega nació en Toledo en 1503 (para algunos autores, en 1501). De familia ilustre, recibió esmerada educación humanística y cortesana, entró al servicio del Emperador Carlos I, por lo que luchó contra los comuneros, intervino en expediciones y guerras. En agosto de 1525, el Emperador lo casa con Elena de Zuñiga, dama de honor de Leonor de Austria. Tuvo tres hijos, pero se enamoró de Isabel Freyre, a la que dedica numerosos poemas. Cuando ella se casa sufre una grave crisis sentimental. En 1529, va a Italia con el Emperador. En 1530, viaja a Francia con la embajada de felicitar a Leonor de Austria, casada con Francisco I, y con misiones de espionaje. En 1531, asiste a una boda prohibida por Carlos I y éste lo destierra a una isla del Danubio. De 1532 a 1534, ya cumplido su destierro, reside en Nápoles con diferentes misiones. Aquí alcanza fama como poeta en latín y en español. Viaja por España e Italia y en 1535, participa en la guerra de Túnez contra los turcos. Finalmente, en 1536, habiendo sido nombrado maestre de campo de las tropas españolas que luchaban contra Francia, murió a consecuencia de las heridas que recibió en el asalto a la fortaleza de Muy (Provenza).

 

Muy amigo de Juan Boscán, por influencia de éste, se inicia en el uso de la métrica italiana y consigue adaptarla plenamente al español. Así, introduce las estrofas soneto, silva, octava, lira... Su obra poética es breve: una epístola, dos elegías, tres églogas, cinco canciones y treinta y ocho sonetos. Fue publicada en Barcelona, 1543, por Boscán, junto a su propia obra: “Las obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega”.

 

Sus temas y formas responden plenamente a los gustos renacentistas: amor (tratado según los tópicos del “amor cortés”), invitación a gozar la juventud, asuntos mitológicos, naturaleza estilizada, soledad y reposo a los que invita el campo, hombre frente a las ruinas del esplendor romano...