Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
Guillermo Lopetegui

Guillermo Lopetegui

Manuel Quiroga Clérigo

Ed.: El Búho Búcaro

Fernando Pessoa

Ante la publicación del poemario “Rúas (Respirando Lisboa)” editado por El Búho Búcaro Ediciones (Madrid 2018) como 9º título de “Plaquette Poesía” nos permitimos unas palabras de acompañamiento.

Al igual que el personaje que interpreta Rudiger Vogler en Historias de Lisboa (1994, dir: Win Wenders), en el presente volumen, los poemas buscan captar el ritmo de una ciudad como Lisboa, donde la presencia de su máximo poeta, Fernando Pessoa, se siente en la sinfonía de las calles, los edificios, la gente que la habita.

El autor, Manuel Quiroga Clérigo, se nos presenta como un viajero que abraza la ciudad de Pessoa, la ciudad del Tabucchi de “Sostiene Pereira”, la ciudad se escucha como una suave letanía que le canta a ese pintoresquismo que está en el arte y en el mar, tal como los conciben los portugueses y como los interpreta el poeta español.

Observar es detenerse, aún en “El viaje”, el poético y el vital. Ahondar en la palabra, en el verso, es reformular lo cotidiano a partir de la perspectiva de la creación, que nunca es una, que son varias, pero que acaba siendo una única y grande concepción del mundo por parte de quien nos sueña (por recordar a Jorge Luis Borges y mitad citarlo, mitad parafrasearlo).

El poema que abre la posibilidad de transitar por estas “rúas” es el resultado de la mirada poética del viajero, del peregrino, del caminante, la del enamorado de un entorno que “Prosigue por el recorrido sin prisa ni regalo/esperando el abrazo de todas las caricias”, una vez que ese instante de observar, de ahondar, quedó no en el pasado sino plasmado en la expresión creadora.

Este tan singular “viaje” obra, además, como pórtico que se abre al transitar poético de un autor que, más que simplemente visitar las calles, las rúas de una determinada ciudad, las incorpora para siempre a su muy particular y expresiva forma de interpretar el exterior e interior de su íntima condición humana: “Unas aves nerviosas de algodón deslizante/se elevan por la orilla hacia un azul de ausencias./El mundo reducido a todas las distancias/de los atardeceres (…)”.

Ver la ciudad” es un poema, pero también es la posibilidad de volver a su habitante ´poeta´ que la confirma, como el Kavafis de Alejandría para el Durreel de ese Cuarteto de Alejandría que en la figura de Darley evoca al poeta griego nacido en Egipto. En “Rúas” se trata de un poeta español que, recorriendo Lisboa, vuelve a recorrer la poética de un Pessoa antes leído y ahora vivido y a la vez evocado por andar la ciudad, por andar los versos (antes los ajenos; ahora los propios): “Las fachadas del cielo, las esquinas de mármol/(…)/con la calma consciente de las eternidades/(…)/´Otra vez te reveo Lisboa, Tajo y todo´/dijo una vez, un día, don Fernando Pessoa”.

Así el poeta Quiroga Clérigo sale a la busca del poeta Pessoa a través de la ciudad que este celebró;  que celebró en versos que ahora, los del autor de “La noche y tras la noche” pueden “responder”; a los que apela Quiroga Clérigo, confirmando lo que Juan Loveluck expresa en Novelistas hispanoamericanos de hoy (Taurus, Madrid 1976), relativo a que muchas veces el libro de un autor surge como “respuesta” al libro de otro autor: “La ciudad del poeta, inusitada,/ inicia los fragores del comercio,/el estruendo total de las sirenas,/el frágil devaneo de los barcos,/los graves despilfarros de motores,/el olímpico fluir de las banderas./Salimos de la calle tan unánimes/buscando la belleza y sus afluentes/con el fresco tesón de la mañana”.

Fernando Pessoa es una constante en esta celebración que hace Quiroga Clérigo de Lisboa: “Por la necesidad de mi ciudad yo luchaba y perecía”, escribe el poeta portugués y es citado por el español. Así entonces, la atracción por la ciudad cobra una mayor fuerza al emanar, en parte, de la obra de su ilustra habitante, presente en los libros pero también en las calles, los edificios y los misterios: “Recorremos ahora la ciudad con sus galas/buscando los secretos de antiguas leyendas/ las historias de amor, el lugar de los pájaros,/ las rúas rumorosas que habitaron poetas”. (“Observación”).

Y esos misterios son los que siguen atrayendo y atraen a nuevos visitantes, a nuevos lectores, a nuevos poetas que, como el autor de “Rúas (Respirando Lisboa)”- Manuel Quiroga Clérigo-, renuevan en la expresión creadora esa gran Tradición literaria que permite extraer para lo imperecedero en la palabra bien escrita, la esencia de los seres, sus entornos, sus circunstancias, sus realidades, sus sueños y sus fantasías: todo eso y mucho más, con lo que se elabora esa poesía que surge para quedarse, como estas rúas cuyos poemas nos invitan a transitarlas.