Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
EDWARD ST AUBYN

Editorial ANAGRAMA

         Patrick Melrose es padre de dos hijos, y una marido más o menos amante. Es también un hombre con un pasado de angustias y turbulencias que ya ha dejado atrás; ahora es abogado y también el único heredero del patrimonio de los Melrose, y de su historia de aristocráticos esplendores y oscuros secretos. Aunque, en la actualidad, esta antigua familia sólo tiene un gran futuro a sus espaldas, como diría Freíd, y a su heredero sólo le queda Saint-Nazaire, una espléndida casa de veraneo en la Provenza. O quizá no le queda nada, porque la herencia de Patrick es más virtual que real. Eleanor, su madre, una dama muy caritativa que se ha dedicado a salvar el mundo y a ignorar las desdichas de su hijo, va a dejarle la casa a Seamos Dourke, un enfermero irlandés reconvertido en chamán New Age –o estafador-, que ya ha hecho de Saint-Nazaire un hotel para turistas espirituales y espirituosos, excursionistas de inteligencias emocionales y exploradores de éxtasis holísticos. Y la última generación de los Melrose –el cartesiano Patrich, su esposa Mary y sus hijos- sólo tienene el uso y disfrute de la propiedad durante las vacaciones de verano.

 

         Parafraseando a Tolstoi, podría decirse que la decadencia de las aristocráticas familias felices es siempre igual, sólo hay en ella el inevitable paso del tiempo y los avatares de la vida y la historia, mientras que el derrumbe de esas fascinantes dinastías de desdichados, al estilo de la familia protagonista, es un inagotable deleite para los lectores de este género. Es el caso de “Leche materna”