Revista Digital de Literatura y Crítica Literaria

        
JOSÉ GARCÍA PÉREZ

          A las 20,00 horas, el excelso continente del Museo Picasso abrirá las puertas de su Auditorio para festejar los diez años de andadura del Centro Andaluz de las Letras (CAL).

 

         Sobre mi mortífera vida dubitativa, bailan tres dudas: no asistir a la conmemoración, acudir a ella y escribir sobre lo que transite por el lugar. Opto por el paraguas, o sea, hacer acto de presencia. La narración la hago a priori, no sea que lo que circule por el Museo del nacido en la Plaza de la Merced se me atragante y no digiera con nobleza el acto.

 

         Además, he recibido una carta de invitación de Julio Neira y dos llamadas telefónicas para certificar mi confirmación al dulce estanque del CAL por el que transitan poetas y escritores a lo largo y ancho de esta Andalucía complaciente a una lluvia que, al menos en esta ciudad que todo lo acoge y todo lo silencia, Málaga, nos alivia de la temida sequía.

 

         El CAL promociona, al menos lo intenta, los versos y párrafos de los creadores andaluces (doy por supuesto que entenderán que también me refiero al género femenino), posibilita actos de presentación de libros y ayuda a éstos, a los libros, por tanto a los editores, a que pierdan el rubor de la intimidad y asomen a lo público.

 

         Sin embargo, el plato fuerte es el del Circuito -conocido por algunos como el Cortocircuito- de los escritores que cobran una ligera pasta por verter sus creaciones por los pueblos de esta Tierra de María Santísima. Abundante, me refiero al plato, para algunos, y leve, demasiado leve, para la gran mayoría.

 

         Parece necesario, aunque no me lo creo a pie juntillas, que sean los ayuntamientos, a través de sus concejales de Cultura, a los que se les supone cultos, los que presenten un listado de nombres preferentes. En diez años, tres concejales de la cosa culta, dos veces el de Archidona y otra el de Cuevas del Becerro, ambas localidades culturizadas por Izquierda Unida, son los que se han acordado de este provecto jubilado en tantas y tantas cosas.

 

Ahora que los de IU, al menos en Vélez, les ha dado por trincar la concejalía de Urbanismo, mis posibilidades se reducen a cero; pues bueno.

 

         Tengo la sensación de haber sido invitado al X Aniversario por ser Presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España (Sección Autónoma de Andalucía). Quede claro que es por ese motivo por el que acudo. Me siento representante oficial de una tacada importante de creadores y hoy verteré levemente, con una copa y una sonrisa, a pesar de la falta de mielina, los primeros versos asonantes para que el Circuito reparta sus “dividendos” con mayor justicia y solidaridad.

 

         Ya les contaré.